Para decorar un dormitorio pequeño y convertirlo en un
cómodo refugio de ensueño utiliza técnicas sofisticadas de decoración y
almacenamiento inteligente. Te enseñamos unas cuantas.
El punto focal
Como ya se sabe, toda habitación necesita un punto focal que
llame la atención y establezca un punto principal. De esta manera el espacio
automáticamente se organiza y evitamos sensación de que todo está desordenado.
Casi siempre el punto focal de los dormitorios es el
cabecero, lo cual puedes potenciar con una combinación de cojines. Otro punto
focal clásico de los dormitorios es la ventana; en vez de hacer que estos dos
elementos compitan entre sí por el protagonismo, combinarlos colocando tu cama
cerca de la ventana. Si esta opción no es realista para tu caso, rebaja uno de
los dos elementos para dar total protagonismo al otro.
Mantén el espacio abierto
Puede ser tentador comprar la cama más grande posible para
dar a tu dormitorio un aire de lujuria y además ganar en comodidad, pero… hacer
esto para decorar un dormitorio pequeño nos llevará a esa sensación de ambiente recargado que queremos evitar. En lugar de esto, elige una cama mediana o
pequeña, a la cual podrás dar protagonismo añadiendo altura (compra una cama
alta o coloca tu somier sobre unos bloques que puedas tapar con un faldón).
Añadir altura a la cama, o elegir un cabecero alto dirigirá la mirada en
sentido ascendente, dando sensación de mayor volumen.
Almacenamiento…
¿Dónde?
En espacios ajustados cada centímetro cuadrado es
susceptible de ser usado para almacenamiento. El clásico de las cajas bajo
la cama funcionará hasta la eternidad, pero si has decidido darle más altura a
tu cama podrás aprovechar mucho más espacio debajo de ésta. También existe la
opción de comprar un marco para tu cama que tenga cajoneras incorporadas o
un somier con canapé. Otra opción de almacenamiento son las butacas otomanas,
que en un dormitorio pueden almacenar sábanas, toallas, mantas, revistas o lo
que tú quieras. Además cumplirá varias funciones más ya que es una pieza que
puedes utilizar para dejar la ropa del día siguiente preparada, sentarte a leer
un libro cerca de la ventana, ponerte los zapatos cómodamente, etc.
Los veladores también son muy importantes! Elige una que
aproveche el máximo espacio posible, las hay que cumplen diferentes funciones
según el lateral que se utilice, y que podrás girar fácilmente si tiene ruedas
en la base, o también puedes usar un baúl como mesilla, siempre y cuando lo que
vayas a guardar dentro no te haga falta todos los días… imagínate tener que
quitar la lámpara, los libros, el vaso de agua, etc. cada vez que quieras sacara
algo… más de uno acabaría nervioso, ¿no?
Luz y color
El dormitorio es uno de los lugares más íntimos del hogar,
de manera que tienes que decorarlo con los colores que a ti te hagan sentir
mejor; no obstante, para dormitorios pequeños recomendamos los tonos en madera
clara, metálicos y blancos ya que hacen que los espacios parezcan más grandes,
además siempre puedes jugar con contrastes de color como el blanco y el negro
que creen un gran impacto visual.
Para las paredes, elige colores que reflejen la luz natural
en las paredes como el blanco con reflejos azules o dorados. Además toda
aquella pieza como armarios, cómodas, tocadores, etc. que incluyan un espejo
harán que la luz refleje en todo el espacio dando continuidad a la ilusión
óptica que queríamos crear con la pintura (intenta colocar los espejos mirando
a la ventana para maximizar este efecto).
Otra opción es mantener un mismo tono cromático en toda la
habitación, de manera que nos parezca que cada elemento se fusiona con el
siguiente y nuestro cerebro aprecie todo el espacio como un gran conjunto.
¡¡Libera espacio del suelo utilizando apliques de pared en
vez de lámparas!!